En pleno auge de la colaboración, están emergiendo nuevas economías que tienen como base el intercambio de ideas y en la unión de talentos, con el objetivo de marcar la diferencia en el mundo de la Economía.
Entre ellas destaca la economía naranja, que aún es una gran desconocida en España, pero que viene pisando fuerte y va a dar muchísimo que hablar de aquí en adelante.
¿Qué es y por qué se llama Economía Naranja?
La economía naranja, también conocida como economía creativa, es el sector de la economía que involucra la generación de ideas y conocimiento, es decir, el conjunto de actividades que permiten transformar las ideas creativas en bienes y servicios con un alto valor agregado.
Este tipo de economía comprende los sectores en los que el valor de sus bienes y servicios se fundamenta en la propiedad intelectual: desde las artes visuales y escénicas, cine, pasando por el diseño, la moda y la música, hasta la publicidad, televisión, radio y videojuegos.
El color naranja se asocia a la cultura, la identidad y la creatividad. Además, este color está relacionado con el entretenimiento y la extroversión. Finalmente, fue el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) la entidad que coloreó de naranja al valor agregado que producen la industria cultural.
¿Por qué la economía creativa está en pleno crecimiento y se consolida como forma de emprendimiento?
La cultura es un contribuyente neto a las cuentas públicas a nivel internacional y el sector no para de crecer a un ritmo vertiginoso.
Otra razón muy potente es su resistencia a las crisis. Prueba de ello es que este sector ha soportado mucho mejor y más fácilmente la crisis financiera global que sectores como el petrolero. Por tanto, la economía naranja se presenta como una oportunidad para hacerle frente a estas situaciones.
Además, un plus para el mercado español es que la cultura es uno de los estímulos para viajar, por lo que podemos aprovechar la economía naranja para desestacionalizar nuestro destino impulsando y apoyando el desarrollo de una industria cultural propia. En una sociedad cada vez más dedicada al ocio, el valor económico de la cultura está ascendiendo en la escala de valores, por lo que asociada al turismo adquiere un valor estratégico.
Entonces, ¿por qué un sector como la ‘economía naranja’ aún escapa al radar de los economistas?
Hasta no hace mucho la relación entre economía y cultura ha pasado desapercibida y es un tema que transita de puntillas dentro de la teoría económica tradicional. Esto, unido a que la cuantificación financiera de las actividades culturales y creativas es reciente, hace que muy pocas personas se hayan interesado por este tipo de economía, hasta ahora.
Casos de éxito de empresas basadas en la economía naranja
El innovador ‘videoclub’ virtual, Netflix, cada vez consigue un mayor número de suscriptores – superan los 40 millones – y sus ventas anuales prevén alcanzar los 10.000 millones de dólares en 2017. Gracias al desarrollo de la conectividad podemos explicar la velocidad de crecimiento de la Economía Naranja. Servicios creativos como Netflix crecen un 70% más rápido, a mayor velocidad y de manera creciente a través de Internet.
El Cirque du Soleil, emplea a más de 5.000 personas y sus ventas superan ya los 800 millones de dólares anuales, prueba de que la economía naranja es uno de los conceptos que está revolucionando el sector creativo.
Ha quedado claro que la economía naranja o creativa es, indudablemente, una oportunidad para emprender, teniendo en cuenta el talento, la colaboración y el intercambio de ideas, con el fin de crear productos innovadores, llenos de valor intelectual, aprovechando las herramientas que están en constante evolución, para dar al usuario lo está demandando cada vez más: cultura.
¿Cuál es vuestro punto de vista respecto a la economía naranja? Nos gustaría conocer vuestra opinión.